En los países de América Latina hay una conspiración de la derecha con el ánimo de producir ‘golpes blandos’ que hagan imposible a los gobiernos progresistas desarrollar programas benéficos la gente, acusó el expresidente de Colombia y coordinador del Grupo de Puebla, Ernesto Samper, en entrevista con Sputnik.
“La gran amenaza son unos sectores que no están interesados en que haya un cambio; son sectores que se han concentrado económicamente y que están en defensas de sus propios intereses”, dijo el exmandatario colombiano.
“Son golpes blandos que van dirigidos especialmente para afectar la gobernabilidad de los países dirigidos por líderes progresistas. ¿En qué consiste el golpe blando? En crear condiciones de ingobernabilidad, que hagan prácticamente imposible para los gobiernos continuar con su tarea de administrar proyectos políticos de carácter progresista“, afirma Samper.
“Una forma indebida de intervención”
“A esto se puede sumar la intervención directa en las campañas para estigmatizar o satanizar los proyectos políticos progresistas”, considera.
“Es donde veo esta nueva campaña contra el presidente López Obrador, que curiosamente no tuvo ninguna importancia ni apareció durante los últimos cinco años que él gobernó”, observa.
Las sanciones, peligrosas para la economía
“Pretenden simple y sencillamente obstaculizar el progreso económico de estos países y crear condiciones sociales desfavorables, precisamente para que puedan capitalizarla los sectores de derecha, particularmente los llamados sectores neofascistas”, acusa el político colombiano.
“Estados Unidos tiene como objetivo (…) subir el tono a las restricciones de los migrantes y convertir el problema migratorio en un problema de debate electoral”, apunta el expresidente de Colombia.
“La derecha sabe vender miedos”
“Son grupos económicos grandes, grupos económicos que han comprado grupos comunicacionales que están al servicio sus intereses, son jueces y fiscales que han sido coartados para que utilicen la justicia para la persecución de líderes progresistas”, sostiene Samper.
“Pero también son organizaciones no gubernamentales extranjeras que han tomado partido, representando a los intereses de la derecha y que, de alguna forma, están contaminando el libre debate democrático”, añade.
“La derecha lo que sabe es vender miedos. Entonces la derecha vende el miedo a los comunistas, el miedo a los narcoterroristas, el miedo a la inseguridad ciudadana y la gente tiende a defenderse cuando se ve amenazada, votando por quien lo pueda proteger de esos miedos”.