Dónde mejor que en Santa Marta, la ciudad que vio morir a Simón Bolívar, tan cercana al Macondo inventado por Gabriel García Márquez, para dejar constancia del profundo fortalecimiento del Grupo de Puebla (GP). Nacido en México en 2019 a la sombra originaria del dirigente Andrés Manuel López Obrador, el GP no para de crecer y ya suma tres presidentes entre sus filas (el peronista argentino Alberto Fernández, el revolucionario boliviano Luis Arce y el renacido Lula, presidente electo de Brasil) y más de un centenar de dirigentes, entre ellos varios ex mandatarios como la brasileña Dilma Rousseff, el boliviano Evo Morales, el ecuatoriano Rafael Correa, el dominicano Leonel Fernández y el español Rodríguez Zapatero.
«Es sorprendente el avance del GP en sólo tres años de existencia», se admiró el ex mandatario colombiano Ernesto Samper. Y es que hasta un centenar de dirigentes -ausentes los presidentes- se reencontraron en el VIII Encuentro de Santa Marta en un ambiente de euforia tras sumar los gobiernos de Brasil, Honduras, Colombia, Chile y Perú en los últimos dos años. De esta forma, el GP ha pasado de convertirse en un animado grupo de WhatsApp a transformarse en la principal voz de izquierdistas, progresistas, populistas y revolucionarios de América Latina con un objetivo común declarado: la integración regional. Y con otros objetivos ocultos, como el blanqueamiento de las tres dictaduras de la región, como dejaron claro en su séptimo encuentro, en México.
Zapatero llegó a Santa Marta, vio y venció. Abrazos por doquier, alabanzas sin freno y encumbrado. Hasta selfies se querían hacer los participantes en la cumbre con él.
«Las mujeres del GP celebramos la iniciativa de los hombres del GP de declararnos todos feministas, es un gran avance en la promoción de derechos, de obligaciones y de oportunidades de hombres y mujeres en todas nuestras sociedades. Vamos a la paridad en todos los espacios», confirmó la colombiana Clara López, quien mostró su entusiasmo ante la declaración del GP como «grupo feminista», una bandera enarbolada por Zapatero. Por su parte, el senador Iván Cepeda adelantó el «respaldo del GP a la paz total» propuesta por Petro y la puesta en marcha de los diálogos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional «en tiempo corto».
La rehabilitación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y Unasur (Unión de Naciones Suramericanas)-, en contraposición a la Organización de Estados Americanos (OEA), figuró entre los temas tratados para seguir avanzando. También el cambio climático, que golpea con saña al continente, el crecimiento económico con justicia social y la legalización de las drogas fueron recogidos en el documento final.
“He propuesto abordar el tema de la droga como un asunto de salud pública. Además se debe lograr el relacionamiento con países como China”, destacó el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, anfitrión del encuentro. La delegación enviada por el Partido Comunista de China (PCCh) se reunió con los dirigentes izquierdistas; incluso su cabecilla, Rui Zhu, viceministro y director de la Oficina General del Departamento Internacional de su Comité Central posó en la foto oficial junto a los latinoamericanos.