La exministra del Trabajo de Colombia y una de las anfitrionas del V encuentro del movimiento internacional, agregó que “vemos al Grupo de Puebla como un foro común para debatir ideas, planes y proyectos que mejoren el destino de los pueblos de la región y sean susceptibles de ser implementados cuando lleguen las fuerzas progresistas a ser gobierno”.
La ex ministra del Trabajo de Colombia, Clara López, será una de las anfitrionas del V Encuentro del Grupo de Puebla que se realizará este viernes 15 de mayo de manera virtual.
Lo anterior, luego que la reunión programada en principio, de manera presencial en Santa Marta, fuera postergada debido a la crisis pandémica.
En esta oportunidad, López junto al expresidente Ernesto Samper, encabezará la actividad que convocó a más de 40 líderes progresistas locales, entre académicos, politólogos y abogados.
“En el segundo encuentro en Buenos Aires, se escogió a Colombia para conocer el desarrollo de las fuerzas alternativas, que avanzaron de manera importante en las elecciones regionales del país, con sorprendentes triunfos de sus exponentes en diez capitales, incluida Bogotá, y el departamento del Magdalena, que fue el lugar escogido para celebrar el tercer encuentro. La pandemia nos obligó a aplazar, pero ahora, mediante la reunión virtual, buscamos examinar el impacto de la pandemia y las cuarentenas sobre el proceso de paz y la democracia en el país”, explicó al respecto la exsecretaria de Estado, detallando que durante la actividad remota “se analizará cómo salir del confinamiento con reformas económicas y sociales progresistas que le hagan contrapeso a la enorme concentración de la riqueza y el poder económico y político que ha generado el modelo económico impuesto durante los últimos 30 años.
Por ello, agregó López, fueron convidados importantes referentes políticos de la región, como el expresidente de Uruguay, José Mujica -a quien calificó como “garante en el proceso de paz de Colombia”- y al profesor Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, quienes expondrán sobre ambos temas “en el contexto de la superación de la crisis sanitaria, política y económica que no creó, sino que profundizó, la pandemia del COVID-19”.
¿Qué rol busca tener el Grupo de Puebla en la región?
Según explicó Clara López, “el Grupo de Puebla está integrado por cuarenta dirigentes de catorce países de Iberoamérica, entre ellos diez expresidentes de la ola progresista, exministros y excandidatos presidenciales, parlamentarios y académicos. Cada cual participa en su calidad de ciudadano autónomo, sin representar partido o parcialidad política alguna. Vemos al Grupo de Puebla como un foro común para debatir ideas, planes y proyectos que mejoren el destino de los pueblos de la región y sean susceptibles de ser implementados cuando lleguen las fuerzas progresistas a ser gobierno”.
“Todos tenemos un firme compromiso con la integración latinoamericana en una concepción que trascienda lo meramente comercial y se constituya en el impulso para una cooperación amplia en materias culturales, laborales, de paz y ciudadanía continental y claro, de la salud, que tanta falta ha hecho en esta coyuntura”, aseveró, mencionando que, durante el último tiempo, el movimiento se ha preocupado de debatir propuestas progresistas para enfrentar el Covid-19
“Como ciudadanos libres hemos convenido hasta ahora varias propuestas comunes y estudiamos otras que anunciaremos en su momento. El primer acuerdo ha sido manifestado en carta que recibió el beneplácito de Naciones Unidas, que la vacuna y los medicamentos para enfrentar el COVID-19 deben ser patrimonio de la humanidad, con acceso igualitario para todos y todas”, detalló.
Y agregó que en el mismo escenario “también hemos rechazado en sendas declaraciones, los injustos bloqueos promovidos por los Estados Unidos contra Cuba y Venezuela, especialmente en medio de la crisis humanitaria del COVID-19 en la medida que dichos embargos y sanciones agudizan, con saldo de sufrimiento de todos, pero es en especial de niños, niñas, mujeres, jóvenes y adultos mayores”.
“En la actualidad avanzamos en una propuesta para la moratoria consensuada de la deuda externa de los países de ingreso medio y medio alto ante el G20, el FMI y el Banco Mundial, para que cada país que la solicite, pueda redireccionar durante un año, los recursos del servicio de la deuda externa, que llegan en promedio al 20% de los presupuestos o entre 4 o 5 puntos porcentuales del PIB, a enfrentar la pandemia y sus efectos”, recalcó.
Por último, apuntó al “día después” de la pandemia, aseverando que “como foro de mujeres y hombres libres, nos preparamos mediante la deliberación y el debate”.
“En nuestros encuentros analizamos propuestas y las articulamos en acción. Y nos preparamos para ser gobierno y llevar ideas de cambio social, de igual libertad en democracia, de fortalecimiento de la acción colectiva y la movilización social en el cambio de la sociedad, de convertir la teoría en práctica”, puntualizó la exministra.