“El mundo con esta pandemia nos da una oportunidad. La oportunidad de hacer una sociedad más justa, de empezar otra vez y esta vez pensar en todos”, dijo el presidente Alberto Fernández en un mensaje difundido por el Grupo de Puebla, a través de las redes sociales, en el primer aniversario de la creación del foro que reúne a dirigentes políticos progresistas de América Latina. De la celebración virtual y bajo la consigna de construir una “Agenda progresista para superar la crisis de la pandemia covid-19”, participaron expresidentes y dirigentes políticos de 17 países de la región. En el debate también surgió la idea de llevar una propuesta consensuada sobre el tema deuda externa del continente a la próxima reunión del Grupo de los 20 (G20), cuya representación ejercerían los gobiernos de la Argentina y México.
En su mensaje al Grupo Puebla, Fernández repasó las dificultades que afronta Latinoamérica en “este momento que es el foco de la pandemia”. “A todos nos causa dolor ver lo que nos pasa, ver como se enferman algunos y como nos dejan otros, en un continente tan desigual y en donde muchos lugares no se ha podido dar la atención que se merecen a muchos de sus ciudadanos”, remarcó. “Estas son las cosas que debemos hablar para adelante: construir un continente con más igualdad, un continente con más equilibrio social, un continente que distribuya mejor el ingreso, esos son los temas que tenemos pendientes”, propuso el presidente Fernández.
En el debate virtual participaron los expresidentes José “Pepe” Mujica (Uruguay), Dilma Rousseff (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Ernesto Samper (Colombia), Evo Morales (Bolivia), Martín Torrijos (Panamá), Leonel Fernández (República Dominicana) y José Luis Rodríguez Zapatero (España). En representación de la Argentina lo hicieron el canciller Felipe Solá, y los ministros de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, y de las Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta.
También formaron parte del debate otros líderes de la región. Como el chileno Marco Enríquez-Ominami (cofundador del Grupo de Puebla); la canciller española María Aránzazu González y los economistas Mariana Mazzucato y José Antonio Ocampo, entre otros. En tanto, la actual secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, fue la moderadora del debate.
“Vamos a un mundo más pobre”, donde se tendrá que afrontar la integración a partir de “una falla visceral, de carácter político, que es que no tenemos una masa detrás”, afirmó el uruguayo “Pepe” Mujica, en una intervención que abrió otro debate sobre el rol de las fuerzas populares en el continente. Mujica también se refirió al papel del Estado. “Ese Estado tiene que ser inversor, socio de los grandes capitales, que produzca divisas para financiar los cambios sociales. Un Estado que produzca, que desarrolle, pero que también produzca felicidad, porque la vida es una sola”, dijo y agregó: “El mercado no tiene ni empatía ni piedad, esa debe ser la función del Estado”.
El economista colombiano Ocampo expuso en su intervención uno de los ejes sobre los que se encaminó el debate: la necesidad de abordar multilateralmente el problema de la deuda de la región en el mundo en crisis que deja la pandemia de coronavirus.
“Sin dudas el ingreso básico (de los trabajadores) debe ser un derecho básico que se sume a los derechos sociales establecidos”, dijo el exmandatario socialista español Rodríguez Zapatero (del único país europeo que integra el foro), y exhortó a hacer una “gran apuesta latinoamericana a la economía” y a “coordinarse” para plantear una postura conjunta ante el G20. En este sentido, Zapatero destacó el rol que debieran tener la Argentina y México, por ser los únicos países con gobiernos progresistas en la región.
En esto coincidió el canciller Solá, quien destacó que “es fundamental que el Grupo de Puebla elabore una agenda para la pospandemia”. “Necesitamos crecer y expandirnos” y “ganar en el campo de las ideas es una de las primeras batallas”, insistió Solá.
“Estamos observando el surgimiento de un mundo multipolar, con países emergentes y disputas por la hegemonía. Como región tenemos que consolidar alianzas para fortalecer el multilateralismo”, sumó el senador y excanciller Jorge Taiana. “El problema principal es desconcentrar una economía concentrada y redistribuir la generación de riqueza para democratizar la economía”, agregó.
Otro excanciller, el brasileño Celso Amorim, coincidió en que lo que enfrenta la región en la pospandemia “es un problema político”, porque “la desigualdad es un fenómeno político, social y económico”. En referencia a una posible sesión especial de las Naciones Unidas por la pandemia, Amorim señalo que “no se puede perder esa oportunidad, tenemos que generar allí un debate de alto nivel sobre la agenda 2030, en la que tendríamos que ser representados por Argentina, México y España”.
“La crisis (de la covid-19) en América Latina encontró un camino fácil para expandirse ante tanta pobreza e injusticia y ante la incapacidad e insensibilidad de los gobiernos conservadores y de ultraderecha en enfrentarla”, sostuvo la expresidenta brasileña Rousseff. “Tenemos que pensar la desigualdad en Latinoamérica con tres fases: desigualdad social de clase, desigualdad de género y desigualdad de raza”, insistió en el cierre del encuentro.
Fuente: Página 12