El Grupo de Puebla, que contempla a distintas figuras políticas progresistas de Iberoamérica, llevó a cabo su V Encuentro, en el que se abordaron algunas propuestas y políticas económicas a debatir para hacer frente a la crisis global generada por el coronavirus o COVID-19, así como algunas alternativas en temas de salud. En ese sentido se sostuvo que tras la pandemia no puede restaurarse el modelo tradicional y se debe de avanzar en una economía productiva que genere empleos y riqueza equitativa que permita avanzar al futuro.
El encuentro fue encabezado por Ernesto Samper, expresidente de Colombia y fundador del Grupo de Puebla, quien sostuvo que en la etapa postpandemia no se puede reinstaurar el modelo tradicional. “No podemos regresar después de la pandemia al mismo modelo. Tenemos que diseñar un mecanismo distinto que nos permita avanzar en una agenda alternativa hacia el futuro”.
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, sostuvo que las consecuencias que dejará la actual pandemia se agravarán de no tomar los acciones necesarias y que se mantengan las desigualdades sociales, por ello, el COVID-19 obliga a una economía más “incluyente, transparente y democrática”.
Una de las conclusiones es que los pobres son los que sufrirán los efectos de la pandemia, por ello, son los que ameritan más atención de los gobiernos ante el coronavirus. En ese sentido, el expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica sostuvo que los países deben gastar más en salud.
Por su parte, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, llamó a las fuerzas progresistas a convocar a un nuevo acuerdo económico y social “donde el Estado asuma las responsabilidades sociales”. En ese sentido, solicitó que el Grupo de Puebla pida a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convoque una reunión para discutir la pandemia.
En su turno, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, refirió que la pandemia por coronavirus evidenció “la debilidad del modelo económico actual, basado en la insolidaridad y la desigualdad”.
En la reunión también estuvieron presentes los funcionarios mexicanos Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el subsecretario de América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Maximiliano Reyes Zúñiga.
En su turno, Zoé Robledo expresó que una de las responsabilidades del modelo neoliberal en la crisis que vive México por la pandemia de COVID-19 es que México es “campeona” en población con enfermedades crónico degenerativas.
“Somos campeones en obesidad, diabetes, hipertensión y esto tiene que ver con la ausencia del Estado a la hora de permitir -no solo la explotación de recursos naturales- sino a industrias que han ido enfermando a la población durante años”, comentó. Asimismo sostuvo que la distintas comorbilidades en la población mexicana “es uno de los elementos que más ha golpeado la atención médica frente al coronavirus”.
Por su parte, el subsecretario de SRE sostuvo que a raíz de la pandemia, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha puesto sobre la mesa el garantizar acceso a vacunas e insumos para atender el COVID-19 y acabar con el lucro de medicinas.
Agregó que se trabaja en la construcción de ventiladores, esperamos pronto tener buenas noticias. Además compartió las reflexiones de AMLO sobre las enseñanzas que deja la pandemia y reflexiona sobre la importancia de procurar el bienestar social en las mediciones de crecimiento de la economía.
De esta manera, una de las conclusiones en generar estructuras económicas más sólidas en América Latina a través de una agenda consistente y a largo plazo, sin perder como eje el cambio climático. Acompañado de un modelo de salud gestionado por el Estado, teniendo en cuenta la salud como derecho fundamental mediante el fortalecimiento de los servicios públicos y la cercanía a la gente. Además de acceso a la población al agua, luz y conectividad.