Los retos de la cultura en la pospandemia: diálogos de cambio estrenó nuevo capítulo

puebla
El expresidente de Colombia, Ernesto Samper Pizano; el Director General de Promoción y Festividades de la Secretaría de Cultura de México, Pablo Raphael de la Madrid; el ex director de Escena del Teatro Colón Argentina, Marcelo Lombardero y el Director General del Teatro Julio Mario Santodomingo de Colombia, Ramiro Osorio, conversan acerca de los retos culturales en la pospandemia.

En el marco de “Diálogos de Cambio con el Grupo de Puebla” se reunieron en el día de hoy, de forma virtual, los cuatro líderes para hablar acerca de los retos culturales en la pospandemia para construir un nuevo entorno cultural, más incluyente, más digno y más transversal.

Ernesto Samper Pizano menciona que el tema de la cultura en la pandemia es un tema que preocupa mucho debido a las cifras de eventos y espacios que dejaron de ocurrir debido a esta situación de carácter extraordinario. Al respecto, citó diferentes estudios de distintas organizaciones en los que se estima que alrededor de 2.6 millones de personas vieron amenazados sus puestos de trabajo en el último año, lo que hay que poner bajo la lupa ya que la cultura significa entre un 3% y 5% del PIB de países de América Latina.

El expresidente abre el debate a los demás participantes y pide profundizar sobre los temas de la “telecultura”, la reconstrucción de la cultura y su nueva concepción como se propone en el Manifiesto Progresista del Grupo de Puebla a través de multiculturalismo en oposición a la cultura única global, los contenidos que podrían ofrecerse a través de los canales digitales y cómo creen que la integración puede ser un factor importante para reconstruirnos a nosotros mismos y construir un nuevo entorno en la necesidad de la construcción de la ciudadanía para repensarnos como una región integrada.

Pablo Rafaella comenzó su intervención con una reflexión acerca de la cultura y la política cultural, afirmando que esta segunda es la que los tiempos actuales demandan una intervención. La cultura representaba el 3% del pib global, es el sector que más empleos genera en jóvenes entre 18 y 25 años y esta puede plantearse dentro de políticas de desarrollo de reconstrucción de tejido social y construir procesos de paz. Indica que hoy en día necesitamos indicadores comunes que nos permitan medir y entender lo que está pasando. Para esto, las políticas culturales necesitan un cambio radical y deben plantearse en el eje para el desarrollo.

El área cultural fue de las más afectadas porque fue la primera que salió de escena y la última que volverá. Teniendo en cuenta esto, debe plantearse un cambio radical y de primera mano esta entender la cultura como un modelo de economía social, como eje central o transversal de las políticas públicas para que permita la generación de empleo y que de esta manera puedan vivir con dignidad de su trabajo, además del desarrollo de los derechos culturales, los derechos colectivos y los derechos digitales. El gran reto de hoy es el trabajo: lograr que vivan con dignidad de lo que hacen y que el estado sea facilitador no solo de la oferta sino de la manera en que circula la actividad.

Marcelo Lombardero cree que el mayor desafío de la pospandemia en términos culturales para el continente es desprenderse de la mirada neoliberal, porque el neoliberalismo tiende a confundir el hecho cultural con un evento y este significa el involucramiento de las fuerzas vivas de la sociedad en un trabajo que genera vínculos que tienden a igualar posibilidades democráticas al entorno social. Esta confusión hace que aparezca la dicotomía entre el arte popular vs arte clásico o alta cultura que más que referirse a lo clásico, se refiere a la clase social que tiene acceso a esto. Señala además, que hay que diferenciar el arte popular con el arte comercial llevando la mirada del multiculturalismo que hace que la cultura crezca y florezca.

Por último, afirma que hay que tener en cuenta el rol de las instituciones culturales, para qué, por qué y para quién están; justamente, desde una mirada de reconstrucción del tejido social.

Ramiro Osorio lamenta la pérdida  de más de 70 mil empleos en el sector de la cultura. Resalta que el Teatro Julio Mario Santodomingo hace efectivos los derechos fundamentales de la cultura y a la cultura gestados en el gobierno del expresidente Samper. Además, cuenta la experiencia de la plataforma digital que creó el teatro y en la que se hacía un evento gratuito mensual, esta herramienta ha alcanzado, a la fecha,  a más de 120 millones, y para mitigar un poco el impacto del cese de ventas de boletería presencial, crearon un botón de donaciones en esta. También afirma que la pandemia muestra de manera terrible y abierta las asimetrías de la sociedad, en la que deja entrever un sector cultural muy débil y una institucionalidad frágil.

Comenta también, el hecho de que Colombia carece de grandes teatros públicos, a diferencia de Argentina, pero resalta que se tienen muchos que nacen de la sociedad civil, lo que supone una fortaleza pero también una gran debilidad, por lo que la responsabilidad del estado debe ser fortalecer estas iniciativas que son las que dan una enorme riqueza.

Para finalizar, el expresidente samper dice que “nos anticiparon el futuro” y por esto debemos fijarnos un propósito de repensar el futuro, y este debería ser integrarnos como nación; porque nunca había sido tan necesaria la integración de América Latina y nunca habíamos estado tan desintegrados. Dice, además, que el camino de la integración no es el camino del libre comercio, el de la infraestructura o de las grandes empresas, es construir una ciudadanía sobre nuestro mayor patrimonio, el cual es una identidad compartida que se  suma a nuestra diversidad para hacer una gran nación.

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