El ex presidente español pide a los ex presidentes iberoamericanos reunidos en Colombia que abracen el feminismo en su intento de definir una nueva agenda de integración.
José Luis Rodríguez Zapatero llegó a Santa Marta, vio y venció. Abrazos por doquier, alabanzas sin freno, encumbrado como líder y fundador. Hasta selfies se querían hacer los participantes en la cumbre del Grupo de Puebla (GP) con el ex jefe del Gobierno español. Para cada uno encontraba sus palabras sobre el amor, la paz o el diálogo, eso sí, siempre con la cercanía de sus escoltas.
“Pido que el GP se declare el grupo más feminista del escenario político internacional. Dije que mi esperanza es el feminismo y Latinoamérica, por eso nos comprometemos tan activamente en esta región, la única en paz, que no tiene conflictos entre gobiernos como sucede en el resto de continentes. Una región joven y la más progresista del mundo. Y el afán infinito de paz, a veces olvidada en el mundo. Nos debemos a la paz total y Colombia nos va a regalar en este contexto internacional un ejemplo de paz”, recitó el ex líder del PSOE durante su intervención ante sus compañeros, con ovación incluida, incluidas las del ex presidente boliviano Evo Morales, uno de los principales portavoces del Kremlin en el continente. O las del ex mandatario colombiano Ernesto Samper, con quien comparte sus indisimuladas simpatías bolivarianas.
Zapatero no quiso olvidar en su alocución a los otros españoles presentes en el evento caribeño, quienes acudieron prestos a saludar a su amigo. El primero Enrique Santiago, secretario general del PCE y exsecretario de Estado en el gobierno de coalición, y Gerardo Pisarello, el diputado de En Comú-Podem nacido en Argentina, quien también se ha propuesto hacer las Américas una vez abandonado el Ayuntamiento de Barcelona.
“Sólo Latinoamérica puede decidir que no aceptamos una nueva guerra fría”, espetó el ex presidente del gobierno para la algarabía de sus aliados. Sin duda, Zapatero Superstar en Santa Marta, quién se lo iba a decir al político leonés cuando hace casi siete años aterrizó en Venezuela sin mayor bagaje y conocimiento continental y pronto congenió con Nicolás Maduro y los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge. Las puertas se le fueron abriendo como si fuera el Mar Rojo, había más horizonte que el venezolano. Y así nació el GP, al principio poco más que un animado grupo de WhatsApp, en el que el español ejercía como uno de sus fundadores y líderes y en el que los aliados políticos soñaban con la hegemonía continental. Hasta que la consiguieron.
Además de su trabajo en Venezuela para “normalizar” a Maduro, Zapatero tiene por delante la “paz total” que predica Gustavo Petro en Colombia. Para ello es necesaria la “reflexión definitiva” de la guerrilla del ELN, manifestó. Los elenos son hoy el mejor aliado para la revolución bolivariana, incluso participa en el control social impuesto en varias zonas del país.
Fuente: El Mundo