Durante la tarde de este miércoles, en un nuevo capítulo de Diálogos de Cambio con el Grupo de Puebla, se abordó la relación de los pueblos originarios y la democracia, moderado, en esta oportunidad, por la asambleísta nacional del Ecuador, Gabriela Rivadeneira, y que contó con la participación del encargado de relaciones internacionales del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán, y el presidente de la Confederación de Pueblos y Organizaciones Indígenas y Campesinas de Ecuador, José Clemente Agualsaca.
Al comenzar, la fundadora del Grupo de Puebla, Gabriela Rivadeneira, comentó que “nuestros países vienen por profundos procesos de colonización permanente. Por eso, los procesos de despatriarcalización que iniciamos por un cambio de matriz cultural y por una democratización de los espacios también de decisión y participación, han sido fundamentales. Las realidades han sido muy diferentes, tanto para el pueblo mapuche en Chile como el pueblo indígena en Ecuador, pero están enlazadas en las conquistas de participación política, pero más allá de ellas, en la construcción de un nuevo modelo de país”
Por su parte, José Clemente Agualsaca, dijo que “los pueblos indígenas en América Latina hemos luchado, nos han querido aniquilar, pero hemos sido inteligentes en manejar procesos organizativos y continuar en la lucha. En Ecuador, desde 1945 cuando se funda la primera organización indígena en el país, hemos luchado por la reforma agraria, por la tierra, por la democratización del Estado, por la participación electoral, por el derecho a la mujer, al trabajo, y por todos los derechos sociales”.
Finalmente, Aucán Huilcamán, se refirió a los escaños reservados para los pueblos indígenas en la nueva constitución chilena. “Tenemos muchas dudas sobre la verdadera facultad que se puede dar en ese contexto, entendiendo la manera en que se logró y decidió, porque en definitiva se hizo sin la consulta a los pueblos indígenas, sin el consentimiento libre e informado de los pueblos, y no se consideró si teníamos el interés en tener estos escaños. Fue una oferta de la clase política para empatizar con el estallido social”.
“Hay 50 años de experiencia en América Latina y el Caribe, donde los pueblos han participado en nuevas constituciones y en reformas constitucionales. En cualquiera de las formas, prácticamente no han resuelto una relación aceptable de carácter institucional entre los estados y los pueblos indígenas. Se ha impuesto la figura supranacional del Estado colonial con los pueblos”, reflexionó el líder mapuche.