A sólo días de los comicios en Chile, Perú y Ecuador el próximo 11 de abril, el Grupo de Puebla -organización iberoamericana y del Caribe que cuenta con 50 líderes de 15 países- realizó su VIII taller interno de trabajo donde se debatió en torno al desafío histórico de la unidad de las fuerzas progresistas en América Latina.
Ese día será clave para el avance del progresismo en la región, ya que en Ecuador, el abanderado y miembro del Grupo de Puebla, Andrés Arauz, enfrentará la segunda vuelta presidencial, mientras que Verónika Mendoza, también miembro del grupo, estará en la papeleta para disputar la presidencia de la República en Perú. Por otro lado, Chile tendrá la oportunidad para escribir su primera constitución mediante un proceso democrático, en la cual, el integrante del grupo, Carlos Ominami, se presenta como candidato.
El primer expositor de la jornada, el exsecretario general de la OEA y senador de Chile, José Miguel Insulza, explicó el panorama de cara a la elección de convencionales constituyentes. “Hay muchos grupos de independientes y listas de partidos para enfrentar la Convención Constitucional. Por lo tanto la ventaja que le damos a la derecha es enorme. La estimación es que si la derecha obtuviera una cantidad menor de lo que obtiene generalmente en las elecciones, podría llegar a tener el 40% de los constituyentes con un 30% de los votos. Eso se debe a esta división bastante compleja y que se proyecta para las elecciones presidenciales y parlamentarias de fin de año”.
En cuanto a Perú, la segunda ponencia fue de la exministra de la Mujer y Desarrollo Social, Aída García-Naranjo, quien explicó que “la izquierda va en esta oportunidad con una gran posibilidad de disputar y alzarse con la victoria electoral encabezado por Verónika Mendoza. No hay una izquierda unificada, sin embargo, la única que tiene viabilidad es la candidatura de Verónika, en una importante coalición de fuerzas de izquierda y progresistas. Hay en esta estrategia electoral la necesidad de un Perú del bicentenario que se plantea como el gran reto el cambio a la Constitución y poner fin a la carta magna de la dictadura de Fujimori luego de más de 27 años de vigencia”.
Por otro lado, Guillaume Long, excanciller de Ecuador, comentó que “han sido días muy ajetreados por la amenaza latente de que se pueda suspender, postergar, sabotear o debilitar el proceso electoral a través de acusaciones sin pruebas. Siento que estamos en un momento de la campaña, donde es importante que todo el progresismo latinoamericano y mundial nos mantengamos vigilantes, que se dé el proceso electoral el 11 de abril, que no haya estrategias mañosas o de desestabilización, y que el 24 de mayo ya tengamos un nuevo gobierno progresista elegido democráticamente en Ecuador”.
Así mismo, el fundador y expresidente de Colombia, Ernesto Samper, explicó que “además del Covid 19, hay otro virus que se está apoderando de los espacios políticos, que es la polarización ideológica. Esta tiene como objetivo generar instancias disruptivas para que se enfrenten las fuerzas políticas, que no haya debate, que no haya secuencialidad, y el rol de la derecha es sembrar aquello en América Latina. A eso no podemos responder con la fragmentación de la izquierda, que es un suicidio, sino con la reunificación de la izquierda, y esa es una de las tareas del progresismo”.
Por su parte, la congresista de Colombia, María José Pizarro, quien estuvo a cargo de la moderación y la relatoría del evento, dijo que “enfrentamos una batalla por la democracia, una nueva democracia, lo cual nos puede llevar a un momento constituyente en muchos de nuestros países, como señal de una nueva ola progresistas, en donde temas como los Estados plurinacionales y de reconocimiento de la ancestralidad, así como la participación de las mujeres, serán importantes”.
“Las elecciones en estos tres países serán probablemente un plebiscito sobre los gobiernos que están ejerciendo el poder y esperamos, con mucha fuerza, que gane el cambio”, reflexionó, al concluir el encuentro, el excandidato a la presidencia de Chile y fundador del Grupo de Puebla, Marco Enríquez-Ominami.