[Sputnik] El Grupo de Puebla se reúne en Colombia “a debatir el modelo de desarrollo que necesita la región”

ME-O Grupo de Puebla Santa Marta

Sputnik habló Marco Enríquez-Ominami, uno de los fundadores del Grupo de Puebla que tiene su octavo encuentro en Santa Marta, ciudad del Caribe colombiano, con la presencia de varios expresidentes latinoamericanos.

Este 10 y 11 de noviembre, en Santa Marta (Caribe colombiano), el Grupo de Puebla tiene su octavo encuentro para discutir la agenda de un continente que en el mapa, por primera vez en la historia, tiene ocho presidentes que representan al denominado progresismo.
Este grupo, que nació en 2019 en México, se ha caracterizado en los últimos tres años por reunir a pensadores, políticos y representantes de la izquierda latinoamericana para trabajar en agendas conjuntas con el fin de impulsar el desarrollo integral de los pueblos hermanos.
La ciudad en la que murió el Libertador Simón Bolívar recibe, entre otras personalidades, a la expresidenta brasileña Dilma Rousseff (2011-2016); al expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) y al expresidente domincano Leonel Fernández (1996-2000 y 2004-2012), quienes compartirán escenario con Ernesto Samper, mandatario de Colombia entre 1994 y 1998.
Sputnik habló con el exdiputado chileno Marco Enríquez-Ominami, uno de los fundadores del Grupo de Puebla.
Este encuentro se ha llamado Región Unida por el Cambio. ¿Cuál será la hoja de ruta durante los dos días de foros y charlas?
—Lo principal es que vamos a debatir el nuevo modelo de desarrollo que necesita la región. También la necesidad que tenemos de organizarnos para contrarrestar los males que aquejan al continente. Entre otros temas, hablaremos de la postura frente a la Unión Europea, China y otros actores internacionales. Este encuentro es de suma importancia porque por primera vez, en tres años, tenemos a ocho países que están siendo liderados con ideas progresistas. Eso nunca había pasado.
—¿Cómo le puede aportar el Grupo al continente? Hay sectores que califican a esta organización como un espacio netamente conspirativo.
—El Grupo de Puebla siempre ha sido transparente. No en vano, en todos nuestros encuentros la prensa internacional tiene acceso a todo. Y ese argumento de que solo conspiramos es la defensa de una extrema derecha que ha perdido las elecciones en todos los frentes y a la que le duele que miembros de nuestro grupo, como Lula [Brasil], Alberto Fernández [Argentina] y Luis Arce [Bolivia], por nombrar algunos, gobiernen en sus respectivos países.
Entiendo que nos vean como una amenaza porque somos un grupo que ha renacido de las cenizas. Fíjate lo que dijo Lula recién ganó las elecciones en Brasil: que lo intentaron enterrar con vida y no pudieron. Asumimos los debates de forma digna, con el respeto por las ideas como principal base, a diferencia de quienes nos critican. Y eso es una brecha enorme.
—La última reunión del Grupo fue en marzo en Río de Janeiro. ¿Cómo se decidió que la octava cita fuera en Colombia?
—Los tres países más industrializados del continente (Brasil, México y Argentina) tienen a la cabeza, por primera vez, líderes progresistas. Chile y Colombia, que a lo largo de la historia han sido los grandes aliados de Estados Unidos en la región, ahora son progresistas también. Y no es una señal menor que los pueblos hayan decidido que estas dos naciones, siempre aliadas de EEUU, tengan gobernantes de izquierda. Por eso nos pareció importante que fuera Colombia, porque sabíamos que Gustavo Petro iba a ganar. Y estamos acá para seguir aportándole al debate, a la integración democrática de América Latina.
—Si bien se habla de discutir sobre las problemáticas de América Latina durante dos días, eso es un tema enorme. ¿Puede decirme algo más concreto, más tangible?
—Se trabajará para buscar alternativas que ayuden a contener la inflación en la región, los problemas sanitarios que dejó la pandemia, la cooperación en materia de seguridad para seguir luchando contra el narcotráfico y el tema migratorio que nos afecta a todos. Unas de las tantas cosas que abandonaron en su momento los expresidentes Iván Duque [Colombia, 2018-2022], Sebastián Piñera [Chile, 2010-2014 y 2018-2022] y Mauricio Macri [Argentina, 2015-2019]. El famoso Grupo de Lima que se quedó, al final de cuentas, sin Lima tras la victoria de Pedro Castillo en Perú.
¿Qué otras cosas se hablarán específicamente?
—Armonizar los organismos regionales. Es decir, reconstruir Unasur [Unión de Naciones Suramericanas], Mercosur [Mercado Común del Sur] y la institucionalidad de la CELAC [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños]. Necesitamos estar unidos para combatir, entre otros temas, las deudas externas de cada uno de los países.
—¿Cómo le han parecido los primeros meses de Gobierno de Gustavo Petro?
—La llegada de Petro a la presidencia de Colombia es una señal inequívoca del cambio. Este país ha sido gobernado desde siempre por la derecha, una de las derechas más astutas de América Latina. Y siento que Petro ha entendido que tiene que pasar a la acción porque el pueblo colombiano lo necesita. Es decir: ejecutar medidas urgentes para solventar la crisis que atraviesan. Que haya sacado la reforma tributaria en menos de tres meses es la prueba de que alguien sí quiere gobernar de verdad.
Colombia no puede seguir fosilizada a la espera de lo que dicte Estados Unidos. Es necesario construir una agenda propia y Petro lo está haciendo. Los gobiernos del siglo XXI no se pueden quedar en la contemplación. Deben pasar a la acción y a la reflexión.
—Que haya tantos gobiernos progresistas hace pensar que cualquier error hará que la derecha se potencie y vuelva al poder. Cuál debe ser el camino a tomar para no caer en ese error?
—Algunos sostienen lo que usted está diciendo, que estamos en ante un efecto pendular y que es solo cuestión de tiempo para que la derecha regrese al poder. Yo prefiero decir que durante la pandemia entendimos que la enfermedad no es problema de uno solo, sino de todos. Y que la derecha no encontró la respuesta. En estos momentos se requiere un principio de protección social, algo que desconoce la derecha. No creo que sea un péndulo, más bien es una derrota contundente de la derecha latinoamericana y ya.
—Lo noto ilusionado por la realidad política que vive el continente…
—Me ilusiona que ahora tengamos un continente con líderes que entienden que gobernar es proteger, que gobernar es educar y transformar. Que gobernar no es solamente controlar.
Fuente: Sputnik
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